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Una Historia... Un punto de partida...

Por Carlos Arana
President Staff Board
 · Sandy, Utah

Un calido abrazo desde las ancestrales tierras de desierto y monatañas de Utah...

Últimamente, he sido tocado por la tristeza de ver como mis amigos y hermanos están partiendo a la eternidad.. son mis amigos, fueron mis estudiantes, son mis hermanos y compartimos muchas cosas y muchas misiones.

Sin embargo, veo que otros hermanos están activamente como siempre en sus misiones, como esta semana que mi hermano José García, ha tenido la triste misión de extraer a un amigo, el Capitán Henry Viana..


Pero la verdadera razón que motiva a escribir esta nota. Es un comentario de un amigo que dice asi…”le pido a dios todos los días que nunca me pase algo donde tengan que intervenir personal de rescate y si me pasa que este muerto”

Este comentario me ha hecho reflexionar y pensar muchas cosas….. sobre todo, recordar donde comencé este camino de salvar vidas.. y con esta historia quiero recordar algo de vital importancia como es creer en nuestros hermanos de vida y corazón que continúan hoy realizando misiones de rescate por la vida de otros y para que otros vivan..

Mi esposa Dally Arana, conocida como “La China”, se ha mantenido escalando Montañas por más de 35 años y llevamos casados 32 años.. compartiendo no solo la vida sino todo, escaladas, apertura de rutas, Misiones de Rescate en diferentes lugares, Cursos de Rescate y Misiones SAR y todas las actividades que esto involucraba, como Helitáctica, Técnicas de Búsqueda y Rescate sobre Verticales y como instructores de la Escuela SAR.

Hace 34 años, el 1 de Abril de 1978 a las 2:30 pm; sobrevivimos a un accidente de escalada en el Flanco Sur del Pico Bolívar, Mérida, Venezuela, específicamente, en la Garganta Bourgoin, Glaciar de Timoncitos; donde, la China fue impactada por una roca que se desprendió de la cumbre de Pico Abanico, golpeándola a la altura de la cadera izquierda y lanzándola aproximadamente 30 mts hacia la base de la Garganta Bourgoin en el Glaciar de Timoncitos y donde estuvimos involucrados 7 personas más.

Entre las lesiones ocasionadas por este accidente está la perdida de la cresta ilíaca en la cadera izquierda, fractura y desviación del tabique nasal y fractura del tobillo izquierdo con una hemorragia a la altura de la cadera, que la mantuvo al borde de la muerte durante las 16 horas que permaneció en una camilla transportada por sus compañeros hasta una cueva de roca, donde espero al equipo de rescate, protegida por sus compañeros; la espera de los equipos de rescate era interminable, fue localizada a las 11:30 pm bajo una tormenta por el personal de búsqueda del Grupo Andino de Rescate y del Grupo de Rescate Domingo Peña; quienes finalmente, a la media noche, comenzaron la evacuación de todos los compañeros que presentaban congelamientos y parálisis muscular por efecto de la inmovilidad y las bajas temperatura ocasionada por la larga espera y la nevada que se mantuvo toda la tarde y de la noche; todo eso, mientras La China era estabilizada por el equipo de rescate que tenia de líder a nuestros querido amigo Alfredo Ávila Dávila; luego comenzó a ser trasladada del lugar y a las 4:00 am, aproximadamente; arribo a la Estación de Pico Espejo donde fue intervenida quirúrgicamente por el Dr. Dorian, quien la mantuvo en recuperación hasta la horas de la tarde, cuando fue trasladada desde Pico Espejo hacia la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de los Andes en la ciudad de Mérida y los honorables Montanistas de Mérida lidferizados entre ellos por José Betancourt junto con el Grupo de la ULA y Carlos Reyes junto con otros muchos montañistas, recuperaron de la zona de impacto en la Bourgoin, todo nuestro equipo sin que faltara absolutamente nada.

Este rescate impecable, con todo un éxito desde el punto de vista de búsqueda, de atención médica, de maniobras de evacuación, de un control operacional coordinado y eficiente; en un ambiente hostil de noche y bajo condiciones de nevada, bastante extremas, fue algo que a pesar del shock por lo critico del accidente; nos enseñó un camino y nos sembró en lo profundo de nuestro ser, un sentimiento de solidaridad, un necesidad de aprender y un sentimiento de VALOR y RESPETO por las personas que salvan vidas, a tal punto, que nos integramos como grupo de apoyo y de escalada al Grupo Andino y al Domingo Peña y luego nos convertimos en el pasar del tiempo en un equipo de rescate voluntario de montañistas que operaba en la Sierra Nevada, luego de allí, nos fuimos al Grupo 10 de la FAV en la Base Libertador, Maracay; de allí, al SAR de Maiquetía y finalmente llegamos a la Escuela SAR, en una travesia de 25 años...donde hemos permanecido haciendo honor a estos valiosos seres que nos enseñaron aquella noche, el sentimiento de valor y respeto por aquella valentía y entrega en pro de salvarnos.

En este transitar de años dentro del Sistema de Búsqueda y Rescate Latinoamericano, he tenido el honor de conocer y compartir trabajos y misiones con personaje como Julio Lescarbura (Aguila Blanca), el Dr. José García(Cóndor), Enrique Martin(Tobi), Boris Domínguez, Capitán Federico Landaeta (Gurú), Fidel Reveron (Diente Frio), Gral. Thomas Estrada (FAV), Gral. Gruber Odreman (FAV), Gutiérrez Gutiérrez (FAV), Omar Cartaya (FAV), Samy Landaeta (FAV), Víctor Palencia (FAV); Alirio Ortega (Culebra); Rafael Aponte (la Hormiga); Heduardo Rodriguez (El Flaco del 88) y muchismos mas en mi lista que nos enseñaron y nos fortalecieron ese sentimiento de honor, respeto, admiración y agradecimiento que se debe tener, por aquellas personas que se dedican en cuerpo alma y corazón a salvar la vida de otros, dispuestos a dar la propia para que otros vivan.

Es así como nació y se fortaleció nuestra mística y hoy 30 años más tarde continuamos en este camino y durante nuestro camino, nos sentimos siempre comprometidos a darlo todo por salvar a otros, simplemente cuando enseñamos a otros siempre tuvimos y tenemos presente ese sentimiento de honor donde decimos que simplemente eres un hombre muerto por el simple hecho de tomar parte en la misión, ya que esta implica que podrías, en cualquier momento, sacrificar tu vida por la vida de otro y como dice mi manual de búsqueda y rescate... “salvar vidas para unos es una afición o un pasa tiempo pero para nosotros es nuestra manera de vivir la vida”…. una mision es algo más que un simple evento, cada misión es una entrega total .. no se pueden salvar vidas sino estas entregado totalmente a este tipo de vida.. lo demás son juegos de niños porque uno ha vivido su vida entera en esto y es cosa de todos los días..y no tenemos intensiones de morir en una mision como algunos le dicen a las personas..queremos es vivir para poder seguir salvando...

Y si aprendimos una expresión, que ya veo que continua utilizándose por los actuales instructores o maestros… “a este mundo hemos venido con 2 maletas, una chiquita de experiencia y otra grande de suerte, a medida que creces, aprendes y ganas experiencia, la maleta de experiencia s eva poniendo grande, va creciendo y la maleta de suerte va disminuyendo, porque salvar vidas es cuestión de preparación, dedicación y muchas ganas de hacerlo bien y eso se llama entrega total, no es cuestión de suerte como algunos pretenden creer”.

Algunos conocen esta historia otros no pero lo que quiero concluir con esta historia es lo siguiente:que aquel ser especial que está dedicado a salvar vida, se merece nuestros respeto, nuestra estimación, nuestro apoyo y sobre todo nuestro amor, porque nosotros sabemos el sacrificio que se hace y que se vive.

"Un dia fuimos victimas de un accidente serio y en condiciones críticas y aprendimos tanto que nos convertimos en hombres de rescate haciendo siempre el honor a aquellos valientes hojmbres de rescate que un dia dieron lo mejor de si, aquella noche helada en la Sierra Nevada por SALVARNOS"...

Aprendimos, nos preparamos y nos convertimos en hombres de rescate y salvar vidas es nuestro oficio y nuestra misión es servir, por esa razón, no hay nada que nos detenga en albergar dentro de nuestros corazones, este noble sentimiento de amor por la vida que aprendimos aquella noche y que hemos cultivado por años.

Hoy, nos sentimos muy honrados, orgullos y plenamente felices de ser quienes somos y d e ver que nuestros esfuerzos tienen sus frutos en todas las personas que se han formado en la ESCUELA SAR, son unos profesionales de alto nivel y de un perfomance elevado y muchos de ellos hacen vida en otros países mostrando, lo que siempre quisimos, que Venezuela es “la cuna del Rescate SAR en Latinoamérica y la casa de los verdaderos Hombres de Rescate”.

Esta nota la escribo en honor a nuestros hermanos de rescate que ya no nos acompañan en las misiones pero que desde donde están nos continúan mostrado el camino.

Carlos Arana
ESCUELA SAR (E-SAR
)