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Detener el uso del plástico es algo que todos y cada uno de nosotros podemos hacer...

"El mundo usa un millón de bolsas plásticas por minuto. Estas no se biodegradan, no importa lo delgadas que sean pues están hechas por moléculas derivadas del petróleo. Las bolsas solo se fragmentan en pedazos más y más pequeños, incluso más pequeños que el diámetro de un cabello humano. Todo el plástico fabricado hasta hoy, sigue existiendo.”.


LA GRAN MANCHA DEL PACÍFICO

Una enorme isla de basura de un tamaño superior a lo imaginable por el ser humano, flota por el océano Pacífico, en algún lugar entre San Francisco y Hawai.

El montón de desechos, llamado “La gran mancha de basura del Pacífico”, ha venido creciendo a paso rápido desde la década de 1950. El revoltijo de porquerías de la mancha, se compone en un 80% de plástico y pesa millones de toneladas.

Charles Moore, el oceanógrafo norteamericano que descubrió la “gran mancha de basura” por casualidad en 1997 durante un crucero de Los Ángeles a Hawai, cree que esta contiene unas cien millones de toneladas de desperdicios plásticos.

Los biólogos marinos y los estudiosos del océano afirman que, “en el momento actual, limpiarla no es una opción” pues, “Mientras dure nuestra dependencia del plástico, la mancha se irá haciendo cada vez más grande”

La gran “mancha de basura” que flota en el océano Pacífico está creciendo de una manera alarmante, alcanzando hoy el tamaño de dos veces el territorio de Estados Unidos.

Esta mancha, que se ha convertido en el mayor vertedero de plásticos del mundo, ya cubre cerca de 500 millas de la costa de California, rodea Hawai y se extiende casi hasta el Japón. Los barcos y los navegantes marinos han empezado a evitar estas aguas por la peligrosidadad de “la mancha”.

Marcus Eriksen, un director de investigación estadounidense, dice que la idea original que la gente tenía, era que se trataba de una isla de basura de plástico, sobre la cual casi se podría caminar pero, esto no es así.

La mancha es casi como una sopa de plástico. Curtis Ebbesmeyer, otro oceanógrafo, compara la “sopa de plástico” con un ser vivo: “Se mueve como si fuera un gran animal sin ataduras”.

Cuando esta mancha se acerca a la costa, como el archipiélago hawaiano, el resultado es dramático, dejando la costa cubierta de cuerdas, botellas, bolsas, cepillos de dientes, juguetes, y un sinfín de productos de plástico.

Según informes de Naciones Unidas, la contaminación del océano provoca la muerte de más de un millón de pájaros marinos cada año y de aproximadamente 100 mil mamíferos acuáticos que, quedan atrapados en las redes del plástico a la deriva o caen en la tentación de tragarlo creyendo que es alimento.

Aves, peces, tortugas y mamíferos marinos están comiendo plástico, confundiéndolo con alimento y millones mueren en todo el mundo. Sus cuerpos se biodegradan, pero el plástico ingerido se mantiene intacto y puede seguir matando una y otra vez en la cadena alimenticia marina.




¿Qué podemos hacer?

El océano puede revertir esta amenaza si se deja de envenenar. Algunos ríos en Estados Unidos, China y Europa, alguna vez tan contaminados que se podían quemar, ahora se encuentran saludables.

La naturaleza puede recuperarse, pero hay un punto donde el envenenamiento ambiental es de tal magnitud que la recuperación no puede darse. Nadie sabe aún cual es ese punto.

El primer paso es dejar de usar el océano como un basural. Detener el uso de las bolsas y botellas plásticas debería ser una acción inmediata de conciencia social.

La mayor parte de los seres humanos desconocemos el estado en que se encuentra el océano, lo que éste significa para nuestras vidas, como contribuimos en su deterioro, y como podemos detenerlo.

Cada año, se consumen 100 billones de bolsas plásticas tan solo en los supermercados y estos son arrojados produciendo 400 mil toneladas de estas en el mar.

No necesitamos bolsas plásticas. Con ellas estamos matando el océano, a nosotros mismos, y a nuestros descendientes en corto plazo.

  • Empieza desde tu casa con la reducción del uso de las bolsas y botellas plásticas.
  • No aceptes bolsas o bolsitas inútiles donde solo entra una pastilla.
  • Busca artículos de vidrio.
  • Utiliza bolsas de tela.




Las bolsas de papel no son viables porque usan millones de árboles y su procesamiento también libera toxinas al ambiente; sin embargo, muchas personas alrededor del mundo están volviendo al uso de bolsas de tela o paja trenzada.


Algunos países conscientes de los peligrosos efectos del plástico para la salud están vetando su uso, tales como Sudáfrica, Taiwan, Bangladesh, Francia, India, y ciudades como San Francisco en EE.UU., algunas otras en China y muchas otras en Alaska. En Australia e Irlanda, se esta aplicando impuestos al uso de bolsas plásticas.


 Detener el uso del plástico es algo que todos y cada uno de nosotros podemos hacer...