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La Gestión de Riesgo: algunos conceptos claves:

LA GESTIÓN DEL RIESGO: ALGUNOS CONCEPTOS CLAVES

La Gestión de Riesgos es un proceso social que tiene como objetivo final la reducción del riesgo en la sociedad, y así evitar que esos riesgos se conviertan en un desastre. Es, por lo tanto, un componente fundamental del desarrollo y es un objetivo mismo de su planificación, si entendemos que el desarrollo es la mejora, no sólo de las condiciones de vida, si no de la mejora de la calidad de vida de la población. Muchas veces pensamos que los desastres son naturales y no lo son. Los desastres son la expresión final de un manejo inadecuado del medio ambiente. Los factores riesgos, muchas veces son construidos por nosotros mismos. Por ello, la relevancia de tratar el tema en la serie. No quisimos desarrollar un glosario en orden alfabético, sino más bien un “conceptuario”. La idea es “ponernos de acuerdo” en lo que estamos hablando y en el uso algunos términos.



AMENAZA

Es todo aquello que, de llegar a ocurrir, puede ocasionarnos daño. De alguna manera, “amenaza” es un sinónimo de “peligro”. La intensidad de ese daño depende de la mayor o menor fortaleza que tengamos para defendernos de los efectos de la amenaza. Si somos débiles o vulnerables (ver la palabra “vulnerabilidad”) ante esos efectos, el daño será mayor que si somos fuertes. Si realmente somos tan fuertes que no nos preocupan los posibles efectos de un evento, ese evento pierde el carácter de “amenaza”. De acuerdo con su origen, las amenazas se clasifican en tres tipos: naturales, socio-naturales o antrópicas.

GESTIÓN PROSPECTIVA DEL RIESGO DE DESASTRE

Es un proceso a través del cual se prevé un riesgo que podría construirse asociado con procesos de desarrollo, tomando aquellas medidas que se estimen necesarias para que no surjan nuevas condiciones de riesgo. La Gestión Prospectiva del Riesgo de Desastre debe verse como un componente integral de la planificación del desarrollo y de nuevos proyectos sociales para así evitar (hasta donde eso sea posible)la aplicación futura de medidas correctivas.

GESTIÓN REACTIVA DEL RIESGO DE DESASTRE

Es toda actividad personal, social e institucional dirigida a salvar vidas y bienes una vez que ha ocurrido un fenómeno, así como a dar los pasos dirigidos a recuperar y reconstruir una comunidad afectada por el desastre. Así, es toda actividad que busca devolver a una comunidad a una situación de “normalidad” parecida a la que existía antes del desastre. ¡Cuidado! Una gestión reactiva del riesgo debe buscar que la situación no sea sólo “parecida” a la que existía antes, sino que sea “mejor”; en otras palabras, a que sea sostenible. Una buena Gestión “reactiva” del Riesgo debe tratar, pues, de ser también “correctiva” y “prospectiva”.


SOSTENIBILIDAD

Desde el punto de vista de la gestión del riesgo, existe sostenibilidad en las relaciones entre las comunidades y los ecosistemas que conforman un territorio, cuando ni las dinámicas de las primeras constituyen una amenaza contra los segundos, ni las dinámicas de los ecosistemas constituyen una Y también existe sostenibilidad cuando las dinámicas y los logros de unos actores y sectores de la comunidad no ponen en peligro la estabilidad o la calidad de vida de otros actores y sectores. El concepto de “responsabilidad intergeneracional” también es de la esencia de la sostenibilidad o del desarrollo sostenible, pues quiere decir que la satisfacción de las necesidades de las generaciones actuales no puede significar una amenaza que ponga en peligro las condiciones de existencia de las generaciones del futuro.


SISTEMA NACIONAL DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DE DESASTRES/DEFENSA CIVIL


La gestión del riesgo requiere de sistemas (conjuntos organizados y coordinados de estructuras organizacionales e institucionales) que reúne a los diferentes actores e intereses que juegan un papel en la construcción de riesgo, así como en su reducción, previsión y control. Un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados entre sí, unidos por un propósito común, que comparten unos conceptos y de cuya interacción surge un “todo mayor” que la simple suma de las partes individuales que lo conforman. Es así como, cuando los distintos actores institucionales y sociales que conforman una sociedad organizada, unen sus esfuerzos para encaminar el desarrollo por los caminos de la sostenibilidad y para reducir en lo posible todos los factores que podrían generar riesgos y desastres, nace un sistema de gestión del riesgo. En la mayoría de los países estos sistemas han sido creados o formalizados mediante normas legales, basadas en principios constitucionales (una de las cuales, quizás la principal, es el derecho a la vida que tienen los habitantes de un país y la obligación del Estado de garantizar las condiciones para ejercer ese derecho)

AMENAZAS NATURALES

Son aquellos eventos que forman parte de la dinámica de la naturaleza, como un terremoto, un tsunami y una erupción volcánica; o aquellos que forman parte de la variabilidad climática (condición naturalmente cambiante del clima), como la temporada de lluvias o la temporada seca. Eventos como esos adquieren el carácter de  “amenaza” cuando no es tamo s debidamente adaptados para convivir con sus efectos; es decir, cuando somos vulnerables.

AMENAZAS ANTRÓPICAS

Son aquellos eventos originados de manera exclusiva por la actividad humana y cuya ocurrencia puede significar un peligro para el territorio o para las comunidades y los ecosistemas que lo conforman. Por ejemplo: un accidente industrial o nuclear, el derrame de sustancias tóxicas al ambiente, etc.


AMENAZAS SOCIO NATURALES

Son aquellos procesos o eventos que se manifiestan en la naturaleza pero que, directa o indirectamente, son generados, “disparados” o incrementados como consecuencia de la actividad humana. Por ejemplo, un deslizamiento o una inundación producidos por la manera inadecuada como se ha manejado una ladera o una cuenca hidrográfica. Hay que tener en cuenta que, sin embargo, también hay deslizamientos e inundaciones eminentemente naturales y que forman parte de la dinámica normal de los ecosistemas. Así, un huracán (en general: un “fenómeno tropical”) es el resultado de un proceso eminentemente natural, pero en la medida en que debido al cambio climático cambian las condiciones en que estos fenómenos se generan y se desarrollan, comienzan a ingresar en la categoría de amenazas socionaturales. Esto porque, como sabemos, el cambio climático es el resultado del exceso de emisiones de gases de efecto invernadero que lanzamos los seres humanos a la atmósfera.

ESCENARIOS DE RIESGO

Es un análisis –escrito y/o cartográfico- que utiliza bien sea técnicas cuantitativas y/o cualitativas, bien sea que se base en el conocimiento científico y/o tradicional, de las dimensiones del riesgo que afecta a territorios y grupos comunidades específicos. Significa una consideración pormenorizada de las amenazas y vulnerabilidades y que puede ser la base para la toma de decisiones sobre la intervención en la reducción, previsión y control del riesgo. Un escenario de riesgo debe tener en cuenta distintas alternativas dependiendo de la intensidad potencial de cada amenaza al igual que los distintos factores de vulnerabilidad (como, por ejemplo, los posible efectos de un terremoto cuando las construcciones son sismo-resistentes o cuando no lo son). Un escenario de riesgo lo pueden elaborar tanto las autoridades nacionales (usando datos científicos) como los niños en una escuela (usando el conocimiento tradicional de sus comunidades).


MAPAS DE AMENAZA

Son aquellos mapas que muestran, en una zona o región determinada, dónde se localizan las amenazas existentes (volcanes activos, zonas propensas a deslizamientos, ríos, etc.) y  los alcances que podrían tener sus efectos sobre el correspondiente territorio.

MAPAS DE RIESGO

¿Cuál es la diferencia entre un mapa de riesgo y un mapa de amenazas? Un mapa de riesgo contiene tanto las amenazas, como los bienes sociales en condiciones de vulnerabilidad. El mapa de riesgos es un dibujo o maqueta que indica los elementos importantes de la comunidad, tales como las escuelas, hospitales, municipalidad y otros edificios importantes, así como zonas de cultivos y los parques que están expuestos a los efectos de las amenazas. También muestran zonas o elementos cuyas dinámicas podrían ser potencialmente peligrosas para las comunidades vulnerables a las mismas tales como ríos y otras fuentes potenciales de inundación, zonas de deslizamientos, la presencia de los volcanes peligrosos etc. Además, el mapa indica en qué medida (un poco, mucho, totalmente destruidos) podría verse afectados los elementos expuestos.

MEDIDAS ESTRUCTURALES Y NO ESTRUCTURALES

Existen medidas estructurales que contribuyen a disminuir las amenazas (como las represas que controlan el nivel de agua en los causes de los ríos o los gaviones y muros de contención para reducir el peligro de de deslizamientos y avalanchas) y medidas no Estructurales, entre las cuales se encuentran todas las acciones de tipo normativo, educativo o de organización de las comunidades, que forman parte integral de la gestión de cuencas hidrográficas. Dependiendo de las características de cada situación de riesgo concreta puede requerirse más énfasis en unas o en otras, pero en general las medidas estructurales y las no estructurales son igualmente necesarias y deben complementarse entre sí.

AMENAZAS COMPLEJAS O CONCATENADAS

Este concepto hace referencia al hecho de que, normalmente, las amenazas no vienen solas sino que distintas amenazas, y de distinto origen, pueden confluir al mismo tiempo en un mismo lugar, y también al hecho de que una amenaza “principal” puede desencadenar múltiples amenazas “secundarias”. Un ejemplo del primer caso es una región que está expuesta, de manera simultánea, a amenaza sísmica, a amenaza de tsunami, a inundaciones y a amenazas antrópicas como los accidentes industriales. Un ejemplo de lo segundo son las “avalanchas” o flujos de lodo desencadenados por una erupción volcánica, la “gran ola” (tsunami) desencadenada por un maremoto o por un deslizamiento en el fondo del mar, o las alteraciones al orden público (saqueos, ingobernabilidad generalizada) que se producen luego de un terremoto o del paso de un huracán por determinados lugares.

VULNERABILIDAD

Es la exposición, la predisposición o la susceptibilidad física, económica, política o social que tiene una comunidad de ser afectada o de sufrir efectos adversos en caso de que se manifieste un fenómeno peligroso de origen natural, socio natural, o antropogénico. Dentro del concepto de vulnerabilidad entran también las condiciones que imposibilitan o dificultan la recuperación oportuna y adecuada de quienes han sufrido los efectos de una emergencia o de un desastre. ¿Qué tan susceptibles o qué tan débiles somos al impacto de una amenaza? La respuesta a esta pregunta nos define qué tan vulnerables somos o qué tan vulnerable estamos.

RIESGO

Hace referencia a un contexto o entorno social cuyas características y condiciones presagian daños y pérdidas en el futuro. En otras palabras, es la probabilidad de que se produzcan consecuencias perjudiciales (muertes, lesiones, daños a la propiedad o los medios de subsistencia, interrupción de la actividad económica o el deterioro ambiental) resultado de interacciones entre amenazas naturales, socio-naturales o antropogénicas y condiciones de vulnerabilidad.

EVENTO

El Diccionario de la Real Academia Española proporciona dos acepciones de la palabra “evento”: como “acaecimiento” o como “eventualidad”, hecho imprevisto, o que puede acaecer.
Para efectos de este “conceptuario”, usaremos la palabra “evento” para referirnos a algo que ocurre; a algo a través de lo cual se expresa un proceso o una dinámica.

MITIGACIÓN

En el ámbito de la gestión del riesgo, se le llama mitigación a la reducción de los factores de vulnerabilidad.(En el ámbito del cambio climático se le dice “mitigación” a la reducción de la amenaza). Cuando no es posible reducir o evitar una amenaza (como, por ejemplo, un terremoto o una erupción volcánica) es necesario actuar sobre los factores que nos hacen vulnerables frente a los efectos de la misma: en este caso, construyendo estructuras sismorresistentes o retirándonos del camino de los flujos procedentes de las erupciones volcánicas.

ORDENAMIENTO TERRITORIAL

Es un proceso mediante el cual los distintos actores y sectores que conforman una sociedad, se ponen de acuerdo con el objeto de determinar qué actividades se pueden llevar a cabo y cuáles se deben evitar en cada uno de los diferentes espacios que conforman un territorio determinado. Algunas culturas indígenas afirman que el territorio ya está ordenado y que lo que debemos hacer es acomodar las dinámicas humanas a las características de los ecosistemas. Lo cierto es que para que exista verdadero “ordenamiento territorial” es necesario tener en cuenta la voz de la naturaleza y conocer y respetar sus dinámicas. Una de las herramientas para lograrlo es la gestión del riesgo que, como ya sabemos, estudia e interviene sobre los distintos factores que generan los riesgos y los desastres.

PLANES DE GESTIÓN DE RIESGO

Conjunto coherente y ordenado de estrategias, programas y proyectos, que se formula para orientar las actividades de reducción o mitigación, previsión y control de riesgos, y la recuperación, en caso de desastre. Ofrece el marco global e integrado, el detalle de las políticas y estrategias globales y los niveles jerárquicos y de coordinación existentes para el desarrollo de planes específicos, sectoriales, temáticos o territoriales relacionados con los distintos aspectos del riesgo y desastre. Al garantizar condiciones apropiadas de seguridad frente a los diversos riesgos existentes y disminuir las pérdidas materiales y consecuencias sociales que se derivan de los desastres, se mantiene la calidad de vida de la población y se aumenta la sostenibilidad. Estos planes deben estar articulados con los planes de desarrollo e incluyen desde los planes nacionales hasta los individuales, pasando por los municipales, escolares, empresariales, etc.


PLAN DE EMERGENCIA

Es una parte importante del plan de gestión del riesgo y constituye una definición de funciones, responsabilidades y procedimientos generales de reacción y alerta institucional, inventario de recursos, coordinación de actividades operativas y simulación para la capacitación, con el fin de salvaguardar la vida, proteger los bienes y recobrar la normalidad de la sociedad, tan pronto como sea posible, después de que se presente un fenómeno peligroso. Consiste en una propuesta normada de organización de las acciones, personas, servicios y recursos disponibles para la atención del desastre, con base en la evaluación de riesgos, disponibilidad de recursos materiales y humanos, preparación a la comunidad, capacidad de respuesta local e internacional, etc. Determina la estructura jerárquica y funcional de las autoridades y organismos llamados a intervenir en la atención y establece el sistema de coordinación de las instituciones, los recursos y medios tanto públicos como privados necesarios para cumplir el objetivo propuesto.


DESASTRE


Un desastre es, ante todo, el resultado de que no hayamos sido capaces de reducir o de controlar los factores que generan los riesgos (amenaza y vulnerabilidad). Por eso se afirma que un desastre es un riesgo no manejado. Un desastre es una situación o proceso social que se desencadena como resultado de la manifestación de un fenómeno de origen natural, socio-natural o antrópico que, al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en una población y en su estructura productiva e infraestructura, causa alteraciones intensas, graves y extendidas en las condiciones normales de funcionamiento del país, región, zona o comunidad afectadas, las cuales, en muchos casos, no pueden ser enfrentadas o resueltas de manera autónoma utilizando los recursos disponibles a dicho país, región, zona o comunidad. Estas alteraciones están representadas, entre otras cosas, por la pérdida de vida y salud de la población; la destrucción, pérdida o inutilización total o parcial de bienes de la colectividad y de los individuos, así como daños severos en el ambiente. No es correcto hablar de “desastres
naturales” puesto que no es la naturaleza la que los genera, sino la pérdida de la capacidad de las comunidades humanas para convivir con las dinámicas que la rodean o de las cuales forman parte.

GESTIÓN DE RIESGO

Nuestro concepto “clave”. La gestión del riesgo es el conjunto de saberes, voluntades, capacidades y recursos físicos, económicos, tecnológicos, éticos, espirituales y de todo tipo, con que cuenta la Cultura -al igual que el conjunto de actividades que despliega una sociedad- con el fin de fortalecer la capacidad de las comunidades y de los ecosistemas que conforman su territorio, para convivir sin traumatismos destructores con las dinámicas provenientes del exterior o de su propio interior. La gestión del riesgo también se encarga de evitar o controlar la generación de procesos que puedan afectar la calidad de vida de esos mismos o de otros ecosistemas y comunidades. La gestión del riesgo, en consecuencia, debe reconocerse, reclamarse y ejercerse como un derecho humano en sí misma, pero además, como el pre-requisito para que los demás derechos –empezando por el Derecho a la Vida- puedan ejercerse.


GESTIÓN CORRECTIVA DEL RIESGO DE DESASTRES

Gestión Correctiva del Riesgo de Desastre. Es un proceso que pretende reducir los niveles de riesgo existentes en una sociedad, región o comunidad. Es un esfuerzo colectivo por “reaccionar” y “compensar” riesgos ya existentes y diagnosticados. Algunos ejemplos de la Gestión Correctiva del Riesgo de Desastre pueden ser: la construcción de diques para proteger poblaciones ubicadas en zonas de inundación, la adecuación de edificios para hacerlos sismo-resistente, los cambios en los esquemas agrícolas para adecuarlos a condiciones ambientales adversas o la reforestación de cuencas de ríos para disminuir la erosión.


PREVENCIÓN

Significa trabajar en torno a las amenazas y a evitar la generación de vulnerabilidades. Visto de otra manera, la prevención de riesgos se ubica en el marco de la Gestión Prospectiva del Riesgo.


PREPARATIVO

Las capacidades y los conocimientos desarrollados por los gobiernos, las organizaciones de respuesta, las comunidades e individuos para prever (anticipar / pronosticar) y responder efectivamente al impacto de casos o condiciones de emergencia probables, inminentes o actuales. Medidas cuyo objetivo es organizar y facilitar los operativos para el efectivo y oportuno aviso, salvamento y rehabilitación de la población y la economía en caso de desastre. La preparación se lleva a cabo mediante la organización y planificación de las acciones de alerta, evacuación, búsqueda, rescate, socorro y asistencia que deben realizarse en caso de emergencia y debe garantizar que los sistemas, procedimientos y recursos requeridos para hacer frente a una emergencia o desastre están disponibles para proporcionar ayuda oportuna a los afectados, usando los mecanismos existentes cuando sea posible (formación, sensibilización, planes de emergencia, sistemas de alerta temprana).